La obra de Lovecraft ha atravezado diversas etapas en las que recibió un fuerte influencia de sus autores favoritos.
La primera etapa (1905 - 1920), o etapa gótica, está influenciada por la obra de E. A Poe y está representada por cuentos que contienen los elementos clásicos del horror: grandes y antiguos castillos, páramos lejanos y desolados, la noche como liberadora del mal. De esta etapa podemos destacar The beast in the cave (1905) y The outsider (1921).
A esta le siguió una etapa onírica (1920 - 1927), profundamente influenciada por los escritos de Lord Dunsany. Estas historias se desarrollan en lugares exóticos, ubicados en las Tierras del Sueño, y se caracterizan por la descripción detallada de los paisajes oníricos visitados. Obras fundamentales de esta etapa son The cats of Ulthar (1920), The Silver Key (1926) y The dream-quest of unknown Kadath (1926-27).
Finalmente Lovecraft se abocó por completo al desarrollo de los Mitos de Cthulhu (1927 - 1937), influenciado por la obra de Arthur Machen. En estos relatos desarrolla los mitos en todo su esplendor, describiendo a infinidad de criaturas que acechan a la Tierra. Forman parte de esta etapa The call of Cthulhu (1926), The Dunwich horror (1928) y The shadow over Innsmouth (1931) entre otros.
Otros autores distinguen ciclos más específicos:
- Ciclo Onírico (The white ship)
- Ciclo de las Civilizaciones Perdidas (The nameless city)
- Ciclo de Randolph Carter (The silver key)
- Ciclo de los Mitos de Cthulhu (Dunwich's horror)
El estilo de Lovecraft
El estilo de escritura que empleaba Lovecraft estuvo muy influenciado por sus propias ideas y sus lecturas, muchas de ellas arcaicas. Estos factores delinearon una escritura caracterizada por:
- Una atmósfera siniestra: un elemento importante en su obra es la descripción de los escenarios y la creación de atmósferas siniestras, en las que siempre ocurre algo que viola las leyes de la ciencia y la racionalidad.
- El abuso de adjetivos: a pesar de que muchos lo criticaban por esto, Lovecraft sostenía que la sobreadjetivación era un recurso necesario para crear la atmósfera adecuada.
- Las repeticiones: esta característica se ha perdido en las traducciones; Lovecraft solía repetir ciertas palabras características del género de terror con la intención de que se graben en el ánimo del lector.
- El inglés arcaico: otro factor lamentablemente suprimido por las traducciones es el uso de un inglés antiguo; mediante este recurso Lovecraft pretendía que sus narraciones parecieran escritas por los mismos eruditos que las protagonizaban.
- Los principios lentos: En sus primeras historias Lovecraft se ciñó a los dictados de las normas que decían que un relato de horror debe comenzar con un ritmo lento, reflexionando acerca del miedo o los horrores de la vida, para ir creciendo en ritmo y finalizar en la apoteosis absoluta. Pero poco a poco fue puliendo su estilo y los comienzos fueron algo más dinámicos.
- El resplandeciente suicida: Sus personajes carecen de una vida ordinaria y suelen estar al borde del suicidio o la locura.
- La primera persona: Lovecraft solía utilizar la primera persona en sus relatos, de manera que sirva como una caja de resonancia de los brutales acontecimientos, haciendo que los sentimientos del otro se unan a los del lector y ampliando los efectos del miedo.
- Las mujeres y el sexo: Lovecraft no hace mención del sexo en sus relatos, sus cultistas no participan en orgías, sus personajes apenas tienen necesidades humanas... Las pocas protagonistas femeninas que aparecen son Asenath Waite (The thing in the doorstep) y Lavinia Weatheley (Dunwich's horror) eran instrumentos de los cultistas de los Primigenios y a través de ellos servían a sus planes.
- Ciclos míticos y series: Los relatos de Lovecraft forman ciertos ciclos que se superponen entre si y están unidos por un denominador común (un personaje, un objeto, un lugar).
- Los nombres de los Primigenios: Lovecraft terminaba muchos de los nombres de sus dioses con el sufijo ath ó oth, fórmulas tomadas de Dunsany. Lovecraft dijo inspirarse en el árabe o el hebreo.
- Descripciones horrendas: De M. R. James, Lovecraft aprendió el arte de no mostrar nunca al monstruo, dejando que la imaginación del lector complete los detalles más horrendos. Esta tendencia fue desapareciendo hacia sus últimos relatos, donde describe con lujo de detalles a las criaturas más horrendas.
- Esa sensación indefinible: Lovecraft gustaba de plasmar sensaciones vagas e indefinibles que tienden a crear ilusiones de dimensiones, realidades y elementos espacio-temporales desordenados.
- Las claves del terror: Lovecraft utilizó todos los trucos de la narrativa de terror y agregó los propios: la aparición de una puerta secreta en una cripta, las venganzas eternas, las invasiones de ratas, la música capaz de atraer fantasmas, las islas misteriosas, los monstruos que llevan años dormidos hasta que son despertados por un incauto.
- La ausencia de Dios: Lovecraft creyó en la teoría de Nietzsche sobre la muerte de Dios y la de la relatividad de Einstein. Ambos pensadores habían rechazado la existencia de un Dios a lo que Lovecraft añadió la insignificancia del hombre frente a un universo plagado de criaturas monstruosas que exigían tributo. Pero nunca creyó en un Dios creador y generoso.
- Los sueños: la capacidad de Lovecraft para describir sus sueños fue fantástica; dominaba todas sus facetas demostrando recordar cada detalle y cada sensación.
- Los paisajes: se corresponden a las costas de acantilados de Nueva Inglaterra, sus bosques sombríos, edificios antiguos. Lovecraft imaginó que sus criaturas podrían acecharnos desde cualquiera de estos lugares.
- Sonidos y olores: Lovecraft no era muy aficionado a la música, aunque en muchos relatos se utiliza la misma para invocar a los Primigenios. Además la presencia de los Primigenios está acompañada por hediondos olores, producto de la corrupción orgpanica o de materiales que no son de este mundo.
- El dinero: Muchos dicen que en elos relator de Lovecraft el dinero no es importante. Muchos de sus personajes son profesores o tienen una situación acomodada (merced a herencias recientemente recibidas), mientras que otros viven al límite de la pobreza lo que los empuja a las aventuras más escalofriantes.
- El valor suicida: En muchos de los relatos de Lovecraft el protagonista es extremadamente inconsciente, con una valentía que roza la locura, dispuesto a internarse en lugares desconocidos y evidentemente peligrosos.